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La retinopatía del prematuro (ROP) es un trastorno del desarrollo de los vasos sanguíneos de la retina que ocurre en los recién nacidos prematuros o con bajo peso al nacer. En general, los bebés prematuros nacen antes de que el suministro de sangre de la retina esté completamente desarrollado. A medida que sus ojos crecen nuevos vasos sanguíneos crecen de una forma anormal y aleatoria dentro del ojo, pudiendo producir hemorragias. Estas hemorragias pueden causar tejido cicatricial dentro de los ojos, lo cual provoca desprendimiento retiniano, con la consecuente disminución de la agudeza visual o ceguera.
La ROP es una causa importante de discapacidad visual severa en la infancia.
Existen factores de riesgo de la retinopatía del prematuro bien estudiados, el primero es el nacimiento antes de término, luego la oxigenoterapia (que suele ser necesaria para tratar la dificultad respiratoria generada por la inmadurez pulmonar), el retardo de crecimiento intra o extrauterino, las transfusiones, la sepsis, el bajo peso al nacer y los problemas de salud en bebés prematuros que incluyen anemia (bajo nivel de hierro en la sangre) o deficiencia de vitamina E, entre otros.
Cuanto más inmaduro es un recién nacido prematuro, mayores serán las posibilidades de desarrollar algún grado de la enfermedad.
El tamaño y las características del ojo difieren en los recién nacidos prematuros y a término, lo que explicaría el mayor riesgo de esta patología.
Un adecuado examen de retina en los bebés con factores de riesgo, permite detectar casos tratables, prevenir la ceguera o mejorar el pronóstico visual de los bebés con diagnóstico de retinopatía del prematuro con un tratamiento oportuno.
El examen se debe realizar entre cuatro y seis semanas después del nacimiento, debido que es posible que la ROP no se note hasta varias semanas después del nacimiento, y continuarse hasta que los vasos sanguíneos de la retina estén completamente desarrollados. El oftalmólogo puede realizar el examen durante y/o después de su tiempo en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
El especialista podría solicitarle, según considere, los siguientes estudios de diagnóstico:
● Ecografía oftálmica
● OBI (Oftalmoscopia binocular indirecta)
● OCT (Tomografía de Coherencia Óptica)
El tratamiento para la ROP se basa en la gravedad de la enfermedad, según lo define la Clasificación Internacional para la Retinopatía del Prematuro (ICROP). Algunos casos de retinopatía del prematuro son leves y se corrigen por sí solos. El tratamiento se inicia cuando el bebé desarrolla una ROP tipo I (también llamada “ROP de umbral previo de alto riesgo”).
Los tratamientos recomendados para la retinopatía del prematuro son:
● Terapia con láser diodo transpupilar
(011) 4962 4118
(011) 4962 3884