● Cansancio visual
● Irritación ocular y ojos rojos
● Sensibilidad al frío y a la luz
● Sensación de cuerpo extraño o arenilla
● Lagrimeo excesivo
● Dolor ocular
● Visión borrosa
● Tests de flujo lagrimal
● Test de tinción de la superficie ocular
● Test de osmolaridad lagrimal
● Revisión de los párpados
● Control de la frecuencia del parpadeo
● Meibografía
● Tratamiento con Colirio de suero autólogo
● Termoestimulación + Eyelid clean
● Microexfoliación palpebral
● Colocación de Punctal Plugs
● Canaliculoplastía / Sondajes lagrimales
● Cirugías de párpados
● Tratamiento con lágrimas artificiales
Cuando parpadeamos, se esparce por el ojo una capa de lágrima (película lagrimal) que mantiene su superficie suave, limpia, lisa y protegida. La película lagrimal es muy importante para conservar la salud ocular y tener una buena visión. Está formada por tres componentes fundamentales: lípidos, agua (90%) y mucosa.
La enfermedad del ojo seco es una afección ocular muy frecuente originada en factores diversos, en la que el ojo recibe una cantidad de lágrima insuficiente o de mala calidad. Esto deriva en la presencia de una película lagrimal deficiente y en consecuencia una mala lubricación y deficiente protección de la superficie ocular, afectando los párpados, la conjuntiva y la córnea. Se trata de una enfermedad multifactorial compleja que puede ser crónica, generando una amplia variedad de síntomas que derivan en molestias oculares persistentes, que pueden llegar a producir lesiones en la córnea y la conjuntiva con sus consecuentes limitaciones en la vida cotidiana.
La disfunción de las glándulas de Meibomio (responsables de la producción del componente lipídico de la película lagrimal) es una de las causas más comunes y poco diagnosticadas de los signos y síntomas del síndrome del ojo seco.
El mal funcionamiento de la glándula lagrimal y sus conductos, la blefaritis, la rosácea y otras enfermedades de la piel también son causantes del ojo seco, ya que generan desequilibrio en la composición de la película lagrimal.
La edad; los cambios hormonales; algunas cirugías oculares; algunos fármacos (antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos y diuréticos); ciertas enfermedades autoinmunes como el Síndrome de Sjögren, la artritis reumatoide y otras, son posibles causantes de esta patología ocular.
Los ambientes secos, con mucho viento o contaminados pueden también incidir en la manifestación de algunos de los síntomas que en conjunto se identifican como “ojo seco”, como así también el uso de lentes de contacto.
Un factor muy común, desencadenante de algunos de los síntomas de la enfermedad del ojo seco, es la falta de parpadeo frecuente, por ejemplo, al leer, al trabajar en la computadora o usar dispositivos móviles. También algunos problemas de los párpados como el ectropión o el entropión, son causas comunes que derivan en una evaporación excesiva de la lágrima.
La identificación correcta del tipo de ojo seco por parte del oftalmólogo, es clave para determinar un tratamiento eficaz. De acuerdo a las últimas definiciones que surgen de los principales centros de investigación del tema a nivel mundial, se consideran tres grandes tipos que a su vez se subdividen en otros subtipos de acuerdo a sus causas. Estos son:
1) Acuodeficiente: es el caso en el que se produce una disminución en la cantidad de componente acuoso de la lágrima.
2) Evaporativo: es cuando se produce una evaporación de la lágrima más rápida de lo normal, por ausencia o escasez de su componente lipídico, generado por las glándulas de Meibomio.
3) Mixto: combina los dos tipos anteriores.
Por tratarse de una alteración multifactorial, existen justamente numerosos y diversos factores de riesgo que pueden predisponer la aparición de la enfermedad del ojo seco. Desde cuestiones externas o ambientales hasta patologías muy específicas que pueden generarlo.
Cambios hormonales (adolescencia / menopausia)
● Edad avanzada
● Uso de lentes de contacto
● Consumo de fármacos (antidepresivos, ansiolíticos, antihistamínicos y diuréticos)
● Tratamientos oncológicos (quimioterapia, radioterapia)
● Algunas cirugías oculares
● Enfermedades autoinmunes
● Disfunciones tiroideas
● Tabaquismo
● Factores ambientales (sequedad, calefacción, contaminación)
● Déficit de vitamina A
● Uso excesivo de pantallas (teléfonos móviles, tablets, tv, monitores, notebooks)
● Parpadeo deficiente
Entre otros.
● Higiene palpebral
● Lentes de contacto
● La película lagrimal
● Los párpados y el ojo
● Colocación de colirios/lágrimas artificiales
● Alimentación y visión
● Descanso de pantallas
● Suero autólogo
● Síndrome de Sjögren
● Irritación ocular y ojos rojos
Al igual que con todas las patologías oculares, es fundamental tener en primera instancia un diagnóstico preciso por parte de un oftalmólogo/a que determine el tipo de ojo seco que se presenta, para así poder identificar los factores que lo están provocando, que como ya dijimos, pueden ser muy diversos. De esta manera se podrá decidir la estrategia terapéutica adecuada en función de las características y necesidades de cada paciente.
● Tratamiento con Colirio de suero autólogo
● Termoestimulación + Eyelid clean
● Microexfoliación palpebral
● Colocación de Punctal Plugs
● Canaliculoplastía / Sondajes lagrimales
● Cirugías de párpados
● Tratamiento con lágrimas artificiales
La enfermedad del ojo seco es una patología crónica. No obstante, sí puede controlarse ya que existen diversas medidas preventivas generales que pueden ser aplicadas por el paciente. Aquí le presentamos 10 recomendaciones clave de nuestros especialistas en Ojo Seco. Estas medidas preventivas y de cambios de hábitos, ayudarán a minimizar el impacto que esta patología tiene en su salud visual y por ende en su calidad de vida:
Sí, es posible. Esto se debe a que se produce un “círculo vicioso” de producción de lágrima en exceso ya que el ojo percibe que está seco, y en consecuencia, la cantidad de lágrima termina excediendo la capacidad de drenaje del conducto lagrimal. Existen otros motivos relacionados al síntoma del ojo lloroso, como obstrucción del conducto lagrimal, alergias, entre otros.
Es posible, pero en general se trata de una patología que se presenta en forma bilateral. Cuando los síntomas aparecen en uno solo de los ojos, es probable que estemos frente a otro tipo de dolencia.
No existe una edad específica ya que los factores que la producen pueden estar presentes en cualquier edad, sobre todo los factores externos. Sin embargo, estos factores aumentan con correr de los años por lo que las personas mayores de 50 años son más propensas a padecerlo. La producción de lágrima se reduce junto con el envejecimiento celular normal; se estima que entre los 10 y los 40 años se reduce en un 50% aproximadamente.
Existe un factor de riesgo asociado a la Enfermedad del Ojo Seco, que es la aparición de cambios hormonales. Durante la pre-menopausia y la menopausia, la disminución hormonal provoca una alteración en el estímulo de la secreción de mucosa en el cuerpo de la mujer, modificando también la cantidad y la calidad de la película lagrimal.
Si, un parpadeo deficiente puede provocar síntomas asociados al Síndrome de Ojo Seco. Se calcula que el ser humano parpadea alrededor de 20.000 veces al día. Este número se ve reducido en forma importante cuando fijamos la vista por períodos prolongados, y puede ser particularmente perjudicial y disparador de síntomas asociados a la enfermedad del ojo seco cuando lo hacemos con luz deficiente o mirando pantallas como las de celulares, computadoras o tablets.
No. Se trata de una patología multifactorial que depende de las características y hábitos de cada persona.
Los conservantes presentes en muchos colirios para los ojos utilizados para tratar otras patologías como glaucoma o alergias, pueden ser irritantes y producir síntomas asociados a la enfermedad del ojo seco. Estos síntomas pueden desaparecer al terminar el tratamiento o pueden ser eliminados modificando la medicación en caso de necesitar tratamiento permanente.
Lo principal para un buen tratamiento es un diagnóstico preciso, y más aún cuando se trata de una patología multifactorial como la enfermedad del ojo seco. Dependiendo del factor o los factores que la originen, será el tipo de Ojo Seco que enfrentamos, lo que determinará el o los tratamientos disponibles para ese caso en particular haciéndolo más eficiente en sus resultados. En general no existen soluciones definitivas, pero la tecnología poco a poco va aportando soluciones cada vez más eficientes como por ejemplo la utilización de la Luz Pulsada Intensa (IPL por sus siglas en inglés) en los casos de ojo seco del tipo evaporativo.
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