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● Percepción “ondulada” de líneas rectas / distorsión de las imágenes
● Presencia de un punto ciego central en el campo visual
● Disminución de la visión cercana y lejana
● Aumento de la necesidad de una luz cada vez más brillante para leer
● Examen ocular completo
● Medición de la agudeza visual a distancia
● Test de Amsler
● OCT (Tomografía de Coherencia Óptica)
● RFG (Angiografía digitalizada con fluoresceína)
La degeneración macular relacionada con la edad, también conocida por sus siglas DMRE, o degeneración macular asociada a la edad (DMAE), es una enfermedad degenerativa de la mácula, que provoca una disminución progresiva de la visión central. Asociada con el envejecimiento, es la principal causa de discapacidad visual en países desarrollados.
La mácula es la porción central de la retina, la de mayor sensibilidad visual –permite ver con claridad los detalles, tanto de cerca como de lejos–, y la responsable de la visión central. Proporciona la visión nítida que se necesita para conducir, leer y ver detalles
Existen dos tipos de degeneración macular relacionada con la edad, con diferente evolución y pronóstico. Estas son:
1) DMRE seca o atrófica: es la más común, representa aproximadamente el 80% de los casos de DMRE. Ocurre por el adelgazamiento de los tejidos de la mácula producto del envejecimiento, y causa alteraciones en la capa de células ubicadas en la parte exterior de la retina, que conducen a la destrucción de la mácula. Este tipo de degeneración macular presenta una evolución lenta y progresiva a través de los años.
2) DMRE húmeda o exudativa: es la menos frecuente y la de peor diagnóstico visual, con severa y rápida pérdida visual. Se caracteriza por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales (neovasos), que forman una malla vascular por debajo de la mácula. Estos vasos sanguíneos anormales tienden a ser muy frágiles y pierden líquido y sangre, que provocan cicatrices en la mácula, y estas una pérdida significativa de la visión.
La DMRE es una enfermedad de origen múltiple que afecta a los adultos. No suele aparecer antes de los 50 o 60 años, y su incidencia aumenta con los años. Existen numerosos y diversos factores de riesgo que pueden predisponer la aparición de la degeneración macular asociada a la edad:
● Edad avanzada
● Tabaquismo
● Factores ambientales (exposición directa y prolongada al sol)
● Hipertensión arterial (presión arterial alta)
● Malos hábitos alimentarios (dieta alta en grasas saturadas)
● Sobrepeso
● Problemas circulatorios
● Antecedentes familiares de DMRE
Entre otros.
Antes de empezar un tratamiento es fundamental tener en primera instancia un diagnóstico preciso por parte de un oftalmólogo/a que determine el tipo de degeneración macular que presenta el paciente. De esta manera se podrá decidir la estrategia terapéutica adecuada.
El consumo diario de complejos antioxidantes, vitaminas y zing son actualmente el único tratamiento para la DMRE seca. Resultados de investigaciones han demostrado que niveles altos de vitaminas reducen el riesgo de que evolucione hacia una DMRE húmeda hasta un 25%. Además, se recomienda llevar una dieta saludable (rica en antioxidantes y Omega 3) incorporando la ingesta diaria de verduras de hoja verde oscuro, cocidas o crudas. Evitar el tabaco y limitar la exposición a la luz solar también contribuyen al tratamiento. El objetivo es ralentizar la evolución de la enfermedad, debido a que no existe una manera efectiva de tratar la DMRE seca.
A diferencia de la DMRE seca, la húmeda se puede tratar eficazmente con inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos (anti-VEGF), que inhiben o reducen la formación de nuevos vasos sanguíneos anómalos (de paredes finas y permeables). El objetivo es frenar la enfermedad, evitar la pérdida severa de la visión, y en muchos pacientes, se espera conseguir una mejora en la visión.
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