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Las abrasiones corneales son lesiones oculares comunes. En general, consisten en una raspadura o cortadura en la capa externa de la córnea (pared transparente de la parte frontal del ojo).
Las abrasiones corneales puede ser el resultado de múltiples causas. Con frecuencia resultan de traumatismos oculares, cuerpos extraños y el uso inadecuado de lentes de contacto. También pueden generarse al frotarse los ojos o como consecuencia del Síndrome de Ojo Seco.
Los pacientes con abrasiones corneales suelen presentar:
● Dolor ocular intenso
● Sensación de cuerpo extraño
● Lagrimeo
● Ojos rojos
● Sensibilidad a la luz
● Visión borrosa
Los aspectos clave de la evaluación clínica incluyen la exclusión de un globo ocular abierto y el hifema, la medición de la agudeza visual, el examen con una luz azul y el biomicroscopio o lámpara de hendidura y fluoresceína (el tinte destacará un corte o raspadura en la córnea), y la eversión del párpado para evaluar un cuerpo extraño conjuntival.
El tratamiento de las abrasiones corneales pequeñas y sin complicaciones consiste en un tratamiento antibiótico tópico para prevenir infecciones durante el proceso de cicatrización, y analgésicos tópicos u orales, y gotas humectantes para los ojos. La mayoría de las abrasiones sanan completamente en 24 a 48 horas. Las abrasiones corneales grandes y profundas tardan más tiempo en sanar, pudiendo causar una cicatriz permanente.
En ciertos casos, se usan lentes de contacto terapéuticos para disminuir el dolor y acelerar la curación.
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