● Aparición repentina de moscas volantes (miodesopsias)
● Destellos de luz en uno o ambos ojos
● Visión borrosa y/o ondulante
● Visión periférica gradualmente reducida
● Sombra en forma de cortina sobre el campo visual
● Disminución de la agudeza visual
● Examen de retina
● Ecografía ocular
● Retinopexia
El desprendimiento de retina es la separación entre la retina neurosensorial multicapa (capa interna de la retina) y el epitelio pigmentario retiniano subyacente (capa externa) y la coroides, a la que normalmente está adherida.
En ocasiones, la retina no se desprende, pero desarrolla un desgarro de retina, que puede provocar un desprendimiento más adelante.
La retina, ubicada en la parte posterior del ojo, proporciona la visión central nítida que se necesita para realizar tareas como leer, conducir y ver detalles finos. La retina no puede funcionar cuando sus capas se desprenden, generando una disminución en la visión.
Si el desprendimiento no se trata a tiempo puede provocar pérdida total de la visión.
Los desprendimientos de retina están causados por la presencia de un vítreo licuado (degenerado) y una rotura o desgarro en la retina. Esto ocurre cuando el vítreo (material similar a un gel dentro del ojo) se retrae y se separa de la parte posterior del ojo, se pega a una parte de la retina y arrastra un fragmento de la misma junto a él, provocando un desgarro o agujero en la misma.
Los desprendimientos y los desgarros también son el resultado de:
● Traumatismos, hemorragias o inflamaciones oculares
● Diabetes avanzada
● Complicaciones en una cirugía previa
● Proceso degenerativo de la retina debido a la edad o a otros factores
● Complicación de una o varias roturas de la retina
● Tumores oculares
Existen diversos factores de riesgo que pueden predisponer a la aparición de un desprendimiento de retina. Se producen a cualquier edad, pero son más probables en mujeres, en personas de más de 40 años o en pacientes con una lesión en el ojo.
● Traumatismos oculares
● Edad avanzada
● Miopía elevada
● Diabetes avanzada
● Complicaciones en una cirugía previa
● Antecedentes familiares de desprendimiento de retina
● Antecedentes personales de desprendimiento en un ojo
La mayoría de los desgarros de retina son tratados con fotocoagulación con láser, protegiendo a la retina de futuros desprendimientos. Cuando las retinas se desprenden necesitan ser tratadas quirúrgicamente, con el objetivo de posicionarlas nuevamente en su lugar y cerrar las roturas retinianas.
Para determinar el tipo de cirugía a realizar, es fundamental tener en primera instancia un diagnóstico preciso por parte de un oftalmólogo/a especialista en retina, que determine el grado y la fase de desprendimiento que se presenta.
De esta manera se podrá decidir la estrategia terapéutica adecuada:
● Retinopexia
La cirugía del desprendimiento de la retina debe ser lo más precoz posible para mejorar las posibilidades de éxito y el resultado visual.
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